4.
DIMENSIONES DEL DESARROLLO Y APUESTAS PEDAGÓGICAS
PARA
EL TRABAJO EN EDUCACIÓN INICIAL
El
desarrollo del niño es el resultado de un proceso dinámico, en contante flujo y
cambio, en el que aprende a dominar, cada vez más, movimientos, pensamientos, sentimientos
y relaciones con los demás. Se considera el desarrollo como el resultado de la
interrelación de distintos sistemas, constantemente influenciados entre sí, es
decir, es un proceso multidimensional que abarca todo los aspectos de manera
integral.
El
desarrollo humano se produce en un proceso de integración, que ocurre cuando el
niño responde a sus ambientes biofísico y social, interactúa con ellos y
aprende de ellos. El individuo está inmerso en un ambiente que le influye y a
su vez es influido por él.
“La educación debe
enfatizar en el desarrollo y no en el aprendizaje, y para ello es necesario
abordar las diversas dimensiones humanas de manera integral para poder
desarrollar competencias de carácter general, integral y contextual, con el fin
de lograr niveles de idoneidad mayores en ellas”. De Zubiria (2008).
Partiendo del planteamiento anterior, y entendido como dimensiones del ser, el conjunto de
potencialidades fundamentales con las cuales se articula el desarrollo integral
de una persona. Comprender
estas distintas extensiones, es clave para entender su evolución y
crecimiento en todos los aspectos.
En el
presente apartado, se hará referencia a las diferentes dimensiones del
desarrollo y aspectos a considerar en
el trabajo pedagógico en educación inicial.
Estas
dimensiones son:
DIMENSION PERSONAL SOCIAL
Este
aspecto, hace referencia a la construcción del sujeto, relacionados con la
ética, autoestima y autonomía, tanto desde el punto de vista individual como
social. Se ocupa de la relación con los otros.
Esta
dimensión contempla como aspectos básicos del desarrollo infantil la
configuración de la personalidad, el aprendizaje de actitudes, valores y
costumbres de la familia, los adultos, la cultura y la sociedad. Esto
considerando que la familia, los adultos, y en general, el medio ambiente
ejercen una influencia de vital importancia para estructurar el desarrollo
personal y social de los primeros años de vida.
Esta
dimensión se enfoca en el desarrollo de habilidades motrices, emocionales,
sociales, psicológicas, de pensamientos y la forma de expresarse, que
contribuyen al desarrollo adecuado de la personalidad.
Es así
como desde el inicio, se da un intercambio lingüístico, cargado de afectos,
intenciones, deseos, temores, ansiedad, entre el bebé y la madre, el padre y otros, que dejan huellas. El niño
desde que está en el vientre recibe de su madre arrullos, palabras y cuando
éste nace, es sensible a la voz humana, reconoce y distingue la voz de su madre.
Y mediante intercambios cotidianos la madre interpreta las expresiones del
bebe, y este a su vez hace una lectura de las de la madre. Es aquí cuando
inicia a identificar sus emociones y las de otros y empieza a integrarse a la
cultura y a la vida social.
Entre el bebé y la madre inicialmente, se establece un intercambio afectivo que
da lugar al apego, que luego se establece igualmente con el padre y con las
personas más próximas a él, como es el caso de los cuidadores o maestros.
Cuando el niño o la niña se integran por primera vez a un ambiente escolar,
establece relaciones de apego con su maestra, las cuales son también
fundamentales para su bienestar y proceso de adaptación
En
el desarrollo personal social temprano, hacen presencia igualmente una serie de
manifestaciones del bebé, que tienen un papel fundamental en la conducta del
niño y la niña:
Alrededor
de los 2 o 3 meses aparece la sonrisa, que marca el inicio de un comportamiento
más activo, sonríen frente al rosto humano e identifican rasgos de la cara de
su cuidado. Esta se constituye en la primera respuesta a un estímulo externo.
Cerca
de los 8 meses se da la angustia frente a la ausencia de la madre. Si ésta se
pierde de vista, él asume que ella no está y llora, se inquieta y se siente
abandonado. En este momento, las personas cercanas a niño, puede notar al
menor, esquivo, poco sociable y entra a jugar un papel muy importante la
atención, el afecto y la confianza que genera el vincula ente la madre y el niño,
para que superar dicho estado.
A
los 12 meses se da la aparición del No. Esta etapa denominada del negativismo
va aproximadamente hasta los 18 meses. La aparición del No tiene gran
importancia en la medida en que tiene fuertes efectos y contenido social. En
esta situación es fundamental el desarrollo contribuyen a su mayor autonomía.
La comunicación poco a poco se va tornando más verbal incorporando lo gestual y
la posibilidad de desplazarse y de caminar le permite alejarse del adulto
cuando lo quiera y retornar a él sin dificultad.
A
partir de los 18 meses, aparecen las pataletas, los berrinches y el niño
expresa disgustos, cambios de humos y se tornan agresivos con otros niños.
Estas nuevas formas de elaciones sociales afirman su personalidad, aumenta su
independencia y con la aparición del habla, encuentra nuevas posibilidades de
expresarse e incorporar nuevos roles. En esta etapa juega un papel muy importante
la madre, para favorecer la independencia, lo que a su vez favorece la
constitución de la personalidad.
A
los 2 años se da en la mayoría de la niños el control de esfínteres, lo cual,
depende de aspectos orgánicos y emocionales. Este evento aparece como nueva
situación de independencia y tiene implicaciones a nivel individual y social,
lo que le produce en los niños y niñas sensación de éxito.
Esta
es una etapa donde el niño centra su atención en la percepción, exploración y
reconocimiento de los genitales, lo que es relevante para su identidad sexual,
en la medida que experimenta sensación de placer y displacer
Un
año más tarde, los niños buscan relacionarse con sus pares de una manera más
intencionada, aumenta su motricidad y su lenguaje, lo que le permite
relacionarse más, usando las palabras en vez de actos impulsivos. De igual
manera se da un importante desarrollo del pensamiento y expresa con mayor
facilidad sus pensamientos, sentimientos, deseos, disgustos, gracias al avance
en el habla.
Ya
ente los 4 y 5 años, participa en actividades compartidas, en la que sigue
reglas y espera turnos, reconoce lo bueno y malo, según lo establecido por su
grupo social, muestran mayor habilidad en el manejo de conflictos y en la
expresión de sentimientos, gracias al desarrollo del lenguaje alcanzado a esta
edad, y están en la posibilidad de expresar sus opiniones, acuerdos o desacuerdos.
Para
abordar la reflexión en torno al desarrollo de niños y niñas en la dimensión
personal social, se consideran tres ejes fundamentales: Identidad, Autonomía y
Convivencia.
IDENTIDAD
La
construcción de la identidad personal, es la preparación previa en todas sus
dimensiones para el inicio de la escolaridad del niño y la niña. Este proceso, junto al del desarrollo afectivo y de
socialización inicia en la familia y se amplía en la escuela, donde se volverá
más independiente. De esta interacción con sus familias y otras personas que lo
rodean influirá en el desarrollo de su personalidad, en su manera de pensar y
hacer las cosas. En estos ambientes, aprende
que hace parte de un grupo, aprende a participar y colaborar y comparte
experiencias.
Igualmente,
en este proceso adquiere normas de comportamiento individua, y colectivo.
Conductas, donde el juego juega un papel preponderante, despertando la
curiosidad de crear y recrearse.
La
educación inicial, les brinda a los niños la posibilidad de un desarrollo
social y contribuye a la construcción de la identidad, fomentando la
autoestima, donde intervienen o influyen básicamente, el papel que juega la
educadora y el clima favorable para su desarrollo de experiencias de
convivencia.
Es
así como la identidad se va definido y construyendo en los primeros años de
vida, por ello es importante prestar atención
al desarrollo de la identidad de los niños y niñas y permitir que
definan a misma, para convertirse en adultos con personalidades madura, con un
auto concepto adecuado y la autoestima alta, capaces de saber quiénes son y que
quieren. Ésta se reforma a lo largo de la vida, pero se basa en rasgos estables
construidos en la infancia y la adolescencia, como son: el reconocimiento a sí
mismo y la integración a la sociedad y cómo se define a sí mismo y cómo lo
definen los demás.
Por
ello, es importante que el maestro posibilite experiencias que: favorezcan una
sana autoestima, la cual influye decisivamente en el desarrollo de la
identidad; ayuden al autocompleto, en el cual se apoya; muestren una imagen
adecuada de sí mismo, teniendo en cuanta que la primera autoimagen es la que le
ofrecen sus figuras más cercanas; fomenten el desarrollo de sus habilidades
sociales, aspecto muy importante en este proceso; concedan autonomía, dejando
que haga cosas por sí mismo; proporcionen
un clima donde puedan expresar su yo sin miedo; y no coartar su identidad, dejándolos trazar
su propio camino.
AUTONOMIA
Los niños todo lo
viven de manera global, es así como no podemos desvincular la autonomía de las
demás dimensiones que forman la personalidad del niño. La
autonomía ocupa un papel importante en el desarrollo del niño, implica un proceso
en su desarrollo personal, donde
logra poner distancia emocional respecto a las personas que más ama, y
está relacionada de manera muy estrecha, con
la seguridad en sí mismo, con las normas a las que debe adaptarse, la
superación de las frustraciones y asumir responsabilidades. En este recorrido,
el niño vive más de una etapa, las cuales experimenta cada niño de manera
distinta, donde influye el entorno, pero también la educación impartida por los
padres. Cuando el niño o niña nace es un ser indefenso y dependiente,
necesitando de la asistencia del adulto para la satisfacción de casi todas sus
necesidades. A medida que va evolucionando se va haciendo más independiente, y
esa independencia va a estar condicionada, en buena medida, por el nivel de
autonomía que vaya consiguiendo en interacción con los distintos contextos en
los que se desenvuelve. Desarrollar la autonomía es conseguir progresivamente
las capacidades necesarias para para enfrentar los riegos y los retos del
mundo.
En
el seno materno en donde comienza el camino hacia la autonomía, pasando primero
por una dependencia absoluta, luego por una relativa, hasta llegar a la
independencia/interdependencia (Winnicott, 1965), como se describe a
continuación:
·
La dependencia
absoluta:
Al principio el
infante depende totalmente de la provisión física que le hacen llegar la madre.
Esta acondiciona el medio para suplir las necesidades del recién nacido, pasa
protegerlo y proporcionarle cuidado físico, como que genera entre estos un
vincula afectivo y emocional, ella conoce las necesidades del niño y as suple y
se convierte en su sostén. Gracias al establecimiento de códigos de
comunicación y lenguaje entre estos, el niño la niña va asociando movimientos y
sensaciones propias de su cuerpo, y se pone en contacto con el medio externo,
reconociendo lo que le da tranquilidad, confianza y se va insertando en la
dinámica social.
·
La dependencia
relativa:
La madre lee las
intenciones del bebé, cuando llora, ríe, identificando las distintas tonalidades
de los gritos y los diferentes gestos.
Entonces, esta se ausente por tiempos cortos, esperando que el niño
exprese o manifieste sus deseos, los cuales son atendidos inicialmente mediante
la palabras y luego las acciones. Estas esperas cortas, le permiten al niño, hallar nuevas formas de comunicación y se entretiene, mientras espera, observando
móviles, chupando la cobija o los dedos y más adelante ira avanzando en la
tolerancia a la espera.
De
los 12 a los 18 meses, el niño, comprende que la presencia de la madre, no es
constante, descubriendo entonces que al igual que los adultos que los
acompañan, ellos pueden ausentarse y volver. En esta etapa la independencia se
comienza a afirmar gracias al movimiento y a las palabras. El niño o la niña
descubren que diciéndolas provocarán que se les ponga al alcance de su mano
objetos que quieren, o por el contrario encontrarán como parte del discurso de los
adultos un recurrente “no”. Ese vocablo es adoptado por el niño y lo comienzan
a usar en su beneficio.
Las
ausencias suficientes y amorosas de la madre, la maestra o el cuidador provocan
que el niño o la niña se den cuenta que el mundo existe y que gracias a su
posibilidad de movimiento y del lenguaje pueden recorrerlo, experimentar y
afectarlo hasta modificarlo.
·
Independencia/
interdependencia.
“Una independencia con sentido social
incorporado en ella” (Winnicott 1963)
Entre los 2 y los 5
años, el niño goza de mayor independencia, estando en capacidad de resolver
pequeños problemas, y cumplir que muchas tareas de la rutina diaria, se apropian,
ahora, de los cuidados que al madre y los cuidadores le dieron
y se auto cuida. En esta etapa, la madre ya no es el centro, ahora
disfrutan de la compañía de otros niños, y cuando se le posibilitan los
espacios, son capaces de participar en grupos, inventar sus propias reglas y
tomar decisiones de esta manera se sienten seguros tanto con el ambiente físico como
social, sin depender absolutamente de los adultos, lo cual adecuará las
condiciones para que puedan tener espacios de creación, de pensamiento, de
sentimientos y de actuación propia y de toma de decisiones autónomamente.
CONVIVENCIA
La
convivencia se concibe como un proceso donde el sujeto reconoce a los otros, se
relaciona y se integra con ellos como parte de una comunidad y equilibra los
intereses individuales con los colectivos.
Este proceso inicia desde las relaciones con su madre y sus familiares y
se amplía a otro ambiente social, alejándose de las figuras de apego,
abriéndose a diferentes dinámicas de relación con adultos y pares de diferentes
religiones, etnias, costumbres, hábitos y valores. Dándose de esa manera, la
socialización simultánea y el reconocimiento de rutinas, pactos, acuerdos y
normas de los diferentes grupos sociales, acercándolo al reconocimiento del
otro niño o niña y paulatinamente, se siente motivado a usar la palabra, el
gesto o la mirada para comunicase. Así comienza a compartir juegos en los
cuales, el intercambio, el compartir el espacio, los muñecos y los juguetes se
convierte en el escenario de convivencia, ya que allí no solamente se presentan
situaciones tranquilas sino que además hay conflictos, problemas que resolver,
decisiones que no se comparten y llantos porque no se hace lo que se quiere.
Para
fortalecer la convivencia, la muestra o el maestro deben propiciar, las
relaciones con los compañeros, a través de los juegos, exploración del medio y
de objetos; el establecimiento de
relación entre los espacios y sus usos; relaciones con aspectos
culturales propios; el reconocimiento como parte integral de un grupo social.
En el caso de los niños más grandecitos, de 3 a 5 años, el maestro posibilita
que el niño, reconozca las características y cualidades de los demás; construya
relaciones basadas en la confianza y el respeto a los otros; busque la
resolución de los conflictos de manera pacífica; participe de manera activa en
las actividades colectivas y participe en grupos de trabajos, donde deba
compartir objetos, ideas y exprese sus opiniones.
DIMENSIÓN CORPORAL
En la
interacción del ser consigo mismo y con el mundo, es muy importante, reconocer
el cuerpo como fundamento de la vida, y que debe ser oído y entendido, como un
medio de expresión y de comunicación trascendente en el
desarrollo integral del niño, que permite,
que éste, actué y manifieste sus
movimientos ante el mundo, como parte del desarrollo de las potencialidades de la personalidad, en
su formación moral, cognitiva, corporal, social, afectiva, psíquica, como
fundamento esencial del desarrollo del pensamiento y motricidad.
La manera
integral como el niño actúa y se manifiesta ante el mundo con su cuerpo, es la
traducción de la expresividad del movimiento, es decir, la acción del niño se articulan todo sus
deseos, sus representaciones y todas sus posibilidades de comunicación. Y cada
niño tiene una expresividad que lo identifica.
Se podría
decir que desde la dimensión corporal se posibilita la construcción misma de la
persona, la constitución de una identidad, la posibilidad de preservar la vida,
el camino de expresión de la conciencia y la oportunidad de relacionarse con el
mundo.
Por
lo tanto el ser humano es y vive a través del cuerpo .Desde el momento en que nace,
su cuerpo se transforma y va conformando la corporeidad por medio de
la acción y de la percepción sensorial, proceso que se desarrolla a través de
la vida, dándose la conformación de la imagen corporal de sí mismo, de su
identidad personal y de la imagen que asuma al hacer la interpretación del
mundo externo.
Es
desde este lugar que se sustenta la integralidad del niño y la niña, siendo la
psicomotricidad un elemento integrador que permite estimular los aspectos
biológicos, sociales, afectivos, comunicativos, cognitivos y corporales
propiamente dichos, mostrándose la fuerte interdependencia que existe entre las
dimensiones, logrando así evidenciar que en la expresividad psicomotriz de los
niños y niñas se manifiesta todo su ser.
En
el trabajo pedagógico, para fortalecer
el dominio del movimiento corporal y la expresividad psicomotriz del
niño y la niña, está centrado en
favorecer el descubrimiento del cuerpo como vinculo de comunicación y de
acción, por parte del infante, y en su seguridad. Por ello el rol del maestro
está orientado básicamente, a las siguientes acciones y experiencias:
·
El cuerpo, su imagen, percepción y conocimiento.
El
esquema corporal es definido por Le Boulch, como “la intuición global o
conocimiento inmediato que nosotros tenemos de nuestro cuerpo, ya sea en reposo
o en movimiento, en relación a sus diferentes partes y, sobre todo, en relación
con el espacio y objetos que nos rodean”. En términos generales podemos
entender este concepto como la organización de las sensaciones propias del
cuerpo con relación al mundo exterior, consistente en una representación mental
del propio cuerpo, de sus posibilidades de acción y limitaciones.
En
general, podemos entender el Esquema Corporal como la organización de todas las
sensaciones relativas al propio cuerpo en relación con los datos del mundo
exterior. Consiste en una representación mental del propio cuerpo, de sus
segmentos, de sus límites y posibilidades de acción. Ligado al concepto de
Esquema Corporal se encuentra la noción de imagen corporal. Frecuentemente la
usamos como términos sinónimos, pero la imagen corporal es como una especie de
“muñeco en miniatura” igual a nosotros mismos que existe en nuestro pensamiento
y sobre el que podemos identificar y situar todos sus elementos.
Por ello mediante la representación
gráfica en el dibujo de la figura humana podemos verificar si esta noción está
o no claramente adquirida.
Es
importante también, abordar los elementos que componen el esquema corporal,
como son, la imagen, el concepto, la conciencia corporal y el control postural.
La imagen corporal le permite distinguirse de los demás, así como de todo lo
que les rodea, fortaleciendo su proceso de identidad, entre otros con los que
comparte el entorno sociocultural. La exploración y el placer que representa la
misma, hasta llegar más adelante a descubrir que hay características en su
cuerpo que lo diferencian de sus iguales. Estas exploraciones, influidos por
los procesos internos, y que dan origen a preguntas que tienen que ver con la
precepción de sí mismo y estructuran un concepto del cuerpo.
La
conciencia corporal, por su parte, se evidencia, cuando el niño o a niña logra
un equilibrio y coordinación, toma decisiones de cuidado y protección. De esta
manera, mediante la utilización del cuerpo, comienza a construir su esquema corporal
y éste será interiorizado e inicia la concientización de lo que es su cuerpo y
lo que puede hacer con él.
En
importante que el maestro propicie experiencias que permitan al niño de 1 a 3
años, sentir placer en juegos de aparecer y desaparecer; verse en el espejo;
conozca y demuestre las posibilidades y
características de su cuerpo; represente a diferentes personas, animales
mediante imitaciones de acciones corporales; desarrolle el pensamiento espacial
y temporal, distinguiendo lo lejos de lo cerca y lo antes y después.
En
el caso de los niños de 3 a 5 años, se le debe dar la posibilidad de experimentar,
las posibilidades que el movimiento de su cuerpo, le proporciona para
solucionar diversas situaciones; desarrollar sentimientos positivos sobre sí
mismo y realice acciones de autocuidado; la exploración de su cuerpo y entorno;
usar la ubicación temporal y espacial, en situaciones cotidiana; experimente
sensaciones internas de su cuerpo y
plantear cuestionamientos sobre su cuerpo en relación con los de los demás
·
El movimiento como medio de interacción.
Se
considera como medio y lenguaje de la dimensión corporal el movimiento, el cual
se constituye en las primeras formas de comunicación de ser. Esta le permite a
los niños y niñas conocer el mundo que lo rodea y a comunicarse con él. En este
sentido, el movimiento se convierte en una forma de expresión, Como lo plantea
Wallon (1978), el movimiento es una fuente inagotable de experiencias, origen
de conocimientos y afectos que al exteriorizarse se convierte en el más genuino
lenguaje del ser humano, que va poco a poco constituyéndose en la mejor forma
de relación de la persona con sus semejantes y con el mundo de los objetos. De
este modo, ellos y ellas descubren e investigan, manipulan los objetos y
exploran el espacio, lo que está unido a su vivencia afectiva y a la motivación
externa que despierta el interés del niño o de la niña para dirigirse a los
objetos (Lorca y Navarro, 1998).
Por
esta razón, es beneficioso, proporcionar experiencias que involucren
movimientos expresivos y exploratorios que doten a los niños y niñas de
seguridad y confianza en sí mismo, como base de la identidad de goce hacia el
movimiento expresivo y exploratorio, ofreciendo escenarios en los cuales el
niño y la niña puedan relacionarse con los otros y transformar el entorno, y
así pueda conquistar el mundo e ir adquiriendo independencia. Para alcanzar este logro, es muy importante la
intervención pedagógica, donde el maestro
De
este modo, los niños y niñas aprenden a mover su cuerpo desde todas sus
posibilidades y a descubrir formas propias y novedosas de hacerlo, sintiendo un
enorme placer que permite no solo la adquisición de seguridad en relación con
sus posibilidades corporales, sino el enriquecimiento de la propia imagen
corporal construyendo una identidad más rica. En esta línea resulta conveniente
pensar situaciones que les posibilite conquistar su mundo y tener más confianza
en sí mismos, reconociendo el movimiento como la fuente que les permite ir
adquiriendo progresivamente independencia en la interacción con el medio que lo
rodea. Para lograr esto, la acción pedagógica cobra mucha importancia, quien
posibilitará experiencias relacionadas con la búsqueda espontanea de rodar,
girar, balancearse y otros movimientos que permite explorar el medio; muestra
de mayor autonomía; actividades que evidencien equilibrio y desequilibrio;
expresión de agrado por acciones como, llenar vaciar, amontonar o tumbar, en el caso de los niños
entre 1 y 3 años.
Con
relación a los niños de 3 a 5 años, es importante que el niño o la niña de
desplace con propiedad y supere obstáculos; que cada vez realice movimientos
más complejos y equilibrados; experimente cambios de velocidad; logre mayor
equilibrio mientras trasporta objetos; se interese por subirse en los muebles y
realizar acciones como vestirse, amarrar los zapatos, intentar abotonarse,
entre otros.
·
La expresión y la creatividad del cuerpo en movimiento.
La
expresión corporal es un medio para expresar sensaciones, sentimientos,
emociones y pensamientos, convirtiéndose este en un instrumento de expresión,
que permite al individuo ponerse en contacto con el medio y con los demás. La Expresión Corporal busca el desarrollo de
la imaginación, el placer por el juego, la improvisación, la espontaneidad y la
creatividad. El resultado es un enriquecimiento de las actividades cotidianas y
del crecimiento personal. Además, enseña a encontrar modalidades de
comunicación más profundas e íntegras.
Durante
los primeros años del niño, su motricidad necesita desarrollarse. A través de
la Expresión Corporal, se puede dar cauce a la espontaneidad y a la tendencia
natural al movimiento propio de esta edad. Amplía y enriquece el lenguaje
corporal de los niños, fomentando la concienciación y expresión de sus
sentimientos.
El
trabajo pedagógico en este aspecto, debe enfocarse a prácticas corporales que
permitan la expresión, la imaginación y la creatividad. Se debe, brindar a los
niños y niñas experiencias que les permitan descubrir variadas posibilidades de
movimiento, así como descubrir su propia espontaneidad. De este modo, el rol y
la responsabilidad que como maestros y maestras se tiene, es acompañar a los
niños y niñas en el desarrollo como seres de comunicación, expresión y
creación, lo cual sólo es posible cuando se le otorga un lugar y se reconocen
sus potencialidades.
Para
potenciar el desarrollo de estas habilidades, se debe permitir al niño que
recre las acciones de otros a través de la imitación; se mueva y sienta su
cuerpo; juego con su cuerpo y disfrute al imaginar, reproducir, inventar y crear nuevas formas de
comunicación; bailar, incorporando
diversos elementos como bastones
pañoletas, pelotas y demás.
DIMENSIÓN COMUNICATICA
“La
lengua es el canal principal por el que se le transmiten los modelos de vida,
por el que aprende a actuar como miembro de una “sociedad” [...] y a adoptar su
“cultura”, sus modos de pensar y de actuar, sus creencias y valores” (Halliday,
1982, p.18). El desarrollo de la lengua, implica aprender a dar significados a
todo lo que hace parte de la cultura en la que se vive, aprehender los modos
como las personas de una sociedad entienden, representan e interpretan el mundo.
Según
Bonaffé (2008), se habla de dos formas diferenciadas de lengua: la fáctica y la
de relato. El primero que corresponde a la usada cotidianamente y que es poco
estructurado, que se vale de frases entre cortadas y fragmentadas, permitidas
según el contexto. El problema del uso de este lenguaje no es que sea
inapropiado, sino que, en ocasiones, por condiciones sociales y culturales,
algunas personas solo use este tipo de lengua, breve y con enunciados
sencillos.
Por
su pate la lengua de relato, es más rica en su estructura gramatical, en la
manera de organizar los contenidos, en la amplitud del vocabulario y en sus
posibilidades estéticas y expresivas, la cual al ser usada, permiten que los
niños y niñas entren en contacto desde muy chicos, en la literatura y conozcan
formas de lenguajes más elaborados. La manera de comunicarse, expresarse,
decidir, proponer y construir los conocimientos en los niños, depende de lo que
se ofrezca a este, por o que es transcendental que las experiencias
comunicativas propuestas en la etapa inicial influye significativamente en la
vida del niño, no solo en el presente, sino en su futuro, como hombres y
mujeres críticos, autónomos, capaces de decidir, de expresar libremente su
pensamiento y aprender para aprender
Reyes
(2008) plantea tres momentos enmarcados desde lo simbólico que se dan en la
primera infancia: la conquista del lenguaje humano; el acercamiento progresivo
al lenguaje verbal y el acercamiento posterior al lenguaje escrito.
Ingreso
al mundo simbólico. La conquista del lenguaje humano.
La
adquisición del lenguaje es un tema que se ha venido estudiando desde hace
mucho tiempo. Para nadie es un secreto que el lenguaje juega un papel
fundamental en la vida de los seres humanos, ya que es la puerta a la
comunicación con el mundo circundante.
Desde el primer instante de nuestro nacimiento, incluso desde el vientre
de la madre, adquirimos, aprendemos y usamos el lenguaje. Situación que Piaget
ha analizado y descrito detalladamente según el crecimiento del ser humano
resaltando las características lingüísticas más significativas en cada etapa
del niño en su evolución.
Apenas
nace el bebé, se inicia un proceso natural y universal, que todos damos por
hecho: el desarrollo de la comunicación y del lenguaje.
El
lenguaje, por ser una de las características propia de los seres humanos, ha sido estudiado por diversa disciplina. Y
han surgido a lo largo de la historia varias teorías acerca de su adquisición y
desarrollo.Así por ejemplo, en el área del lenguaje Skinner, argumentó que los
niños y las niñas adquieren el lenguaje por medio de un proceso de adaptación
de estímulos externo de corrección y repetición del adulto. Chomsky, postula
como hipótesis básica que existe en todo niño y en toda niña predisposición
para llevar acabo el aprendizaje, que el lenguaje es algo específico del ser
humano y que éste está predispuesto a adquirirlo.
Según
la teoría de Piaget, se presupone que el lenguaje está condicionado por el
desarrollo de la inteligencia, es decir, se necesita inteligencia para
apropiarse del lenguaje y Vygotsky, por su parte, fundamenta su teoría en que
la actividad mental está íntimamente relacionada al concepto social, dándose
una íntima interacción entre los procesos mentales y la influencia
sociocultural en que estos se desarrollan.
Se
han realizado distintas investigaciones a fin de determinar cómo el ser humano
adquiere y desarrolla el lenguaje y el habla, arrojando asombrosos
descubrimientos. Diferentes estudios han
demostrado que el bebé llega al mundo preparado para comunicarse. Al principio
es con el llanto, y sabe que este es un medio de comunicación y que cuando
llora alguien lo escucha.
Es
además conocido, la gran capacidad de los bebes, de percibir, desde temprana
edad, las características del lenguaje, lo que les permite escuchar y aprender
palabras para hablar más adelante. Proceso que inicia con balbuceos, que se van
haciendo más precisos y cada vez más parecidos a palabras, y se va
desarrollando la conciencia fonológica, lo cual es esencial para aprender a
leer y escribir.
·
El acercamiento progresivo al lenguaje
verbal.
El
lenguaje verbal, es un complejo proceso que comienza desde las primeras demás de vida del ser
humano, en el que evolucionan diferentes capacidades como son, la
intencionalidad, la reciprocidad, hasta completar rutinas interactivas de
comunicación.
Es
así como, después de un proceso interno de elaboración, él bebe paulatinamente
emite sus primera palabras, y la incursión en el lenguaje verbal, le permiten recurrir a palabras para nombrar lo que no
está presente y compartir con los demás declaraciones sobre el mundo, lo que
amplían la experiencia del niño y la niña y le
permiten explorar, mediante la literatura, el juego y el arte lo que lo rodea,
lo que significa, a la vez descubrir nuevas formas de pensar, de actuar y de
compartir.
Generalmente
se considera, que los niños empiezan a hablar hacia los 12 meses de edad,
cuando producen sus primera palabras, sin embargo, según lo que afirma Rondal,
J, (2003), inicia mucho antes, considerando que desde el mismo momento del
nacimiento el bebé es capaz de comunicarse, pues, percibe los estímulos
auditivos y lora, gime y por último emite sonidos comunicativos, con los que
manifiesta deseos, expectativas y sensaciones.
A
lo largo de los 15 meses, el niño pasa de un estado de balbuceo, a la emisión
de fonemas de la lengua materna, y ya a los 6 o 8 meses empieza a controlar la
fonación de manera clara y prosódica; abordando la gramática orientada a la
acentuación, entonación y la pronunciación.
Entre
el segundo y el tercer año de vida las palabras sencillas se convierten, ya en
enancados complejos y van descubriendo las normas que rigen el lenguaje,
incurriendo en reacción por regla errores propios de la gramática infantil, de
la que nos habla Noam Chomsky, como son los errores en la conjugación de verbos
irregulares.
Es
así como el dominio del lenguaje le otorga al niño, la capacidad para narrar su
propia historia e inventar relatos y recrear momentos, lo que le da la
oportunidad de jugar con las palabras y disfrutar de la literatura.
·
El acercamiento posterior al lenguaje
escrito.
“Aprender a escribir requiere del niño, no solamente
el trazo de letras, sino la conciencia de que lo que se dice se puede escribir”.
Emilia Ferreiro.
Con el transcurso de los años, el ser humano, va
desarrollando el lenguaje con la adquisición del vocabulario, aprendiendo del
entorno ese nuevo código, se va acercando y familiarizando poco a poco con lo
que es el lenguaje escrito.
El proceso de adquisición de la escritura de la mano de la
lectura, constituye un proceso donde el niño descubre y se apropia de una serie
de reglas y características propias del sistema de escritura. Este proceso
inicia con producciones espontaneas gráficas, alrededor de los 18 meses. Si se
le dan las bases adecuadas, más adelante se evidencia un progreso en el tazo,
ya más diferenciado y con la incorporación de letras convencionales. Y con la
consecución de la diferenciación entre los rasgos característicos de la
escritura y el dibujo, pasa entre los 4 y 5 años a la producción textos
escritos con la utilización de letras conocidas o pseudoletras.
Retomando
a Kaufman (1992, en Fandiño y Ochoa, S.F.) es posible distinguir tres grandes
momentos en este proceso. En
el primero, el niño y niña logran diferenciar la escritura de otros sistemas de
representación (el dibujo en la mayoría de los casos), al tiempo que construye
la idea de que la escritura substituye la realidad. En un segundo momento, el
niño realiza diferenciaciones de cantidad y calidad dentro de lo que escribe.
Sus escrituras contienen un número determinado de marcas que son diferentes
entre sí; estas son las hipótesis de cantidad y variedad. En el último momento,
se logra establecer la relación de la escritura con los sonidos del habla.
En
cuanto al trabajo pedagógico, este debe estar encaminar todos sus esfuerzos en
garantizar que el niño o la niña desarrolle conjuntamente, la comunicación no verbal, la oral y la
escritas, las cuales están íntimamente relacionadas y resulta imposible
desvincular una de otra.
El
trabajo alrededor de este eje de comunicación escrita está dirigido a ampliar
el mundo experiencial de los niños y las niñas, desarrollar su pensamiento y su
lenguaje, así como crear vínculos positivos con la lectura y la escritura, más
que acelerar su aprendizaje. Pretende mostrar cómo la familiaridad con los
textos de la cultura conduce a los niños y niñas a formular espontáneamente sus
primeras hipótesis sobre la lengua escrita, al encontrarse estrechamente
relacionada con la lengua oral y la experiencia literaria.
El
trabajo pedagógico en niños entre 3 y 5
años se basa en dar la posibilidad al
niño de , producir texto narrativos y descriptivos, de manera oral,
como antesala a la expresión escrita;
use la expresión gráfica en sus distintas formas; realice producciones graficas
espontaneas; converse sobre lo leído,
comparta historias de una manera libre; se familiarice con el lenguaje escrito
hojeando libros e infiriendo sobre las imágenes, establezca paulatinamente,
relación entre el lenguaje oral y el escrito.
DIMENSIÓN ARTÍSTICA
La
capacidad del ser humano de crear, expresar y ser sensible, está especialmente
ligada al arte, el cual es un instrumento para conocer distintas maneras de
conocer, representar, expresar e interpretar el mundo que lo rodea y la cultura
de la que hace parte. El arte es una
parte muy importante en la vida del hombre, a través de este, manifiesta su
propia cultura y le permite diferenciarse de los demás seres vivos.
La
dimensión artística, hace referencia al desarrollo expresivo, estético,
comunicativo, perceptivo, sensible, cognitivo, social y emocional, que partir
de diferentes experiencias el sujeto simboliza, imagina, inventa y transforma
su realidad.
Para
el desarrollo y fortalecimiento de esta dimensión, se trabaja a nivel
pedagógico cuatro ejes: sensibilidad, expresión, creatividad y sentido estético.
SENSIBIIDAD
El
poder ver, sentir, oír y degustar, son percepciones que dotan al niño de los
medios para establecer una relación con el medio y so las expresiones artísticas
la que aportan mayores elementos para el desarrollo de la sensibilidad
EXPRESION
La expresión surge del deseo y
la necesidad humana de exteriorizar, trasmitir y manifestar sus intereses,
ideas, sentimientos y pensamientos, entre otros.
CREATIVIDAD
La creatividad por su parte,
apoyada en los conocimientos y en la sensibilidad representa la fuerza de
renovación y constituye el estímulo y energía interior para expresarse.
SENTIDO ESTETICO
En
la estética arbitra la agudeza de las percepciones, la sensibilidad; la
asociación con experiencias personales anteriores, la imaginación, los significados,
la flexibilidad del razonamiento y los conocimientos.
EXPERIENCIAS PLASTICAS
El
ser humano, a través de la historia, se ha servido de actos como, pintar, dibujar o gravar,
para plasmar los modos de vida, las relaciones y los valores, y para
expresar sus sentimientos, sensaciones,
impresiones y emociones.
La plástica también, lo posibilita para imaginar,
inventar e interactuar con los demás. Así,
la experiencia plástica está relacionada con las ideas, la imaginación y las
diferentes formas de resolverla.
En estas vivencias se contemplan, el color, la
forma, la textura y el volumen.
·
El color
Es
importante motivar a los niños y las niñas para que usen muchos colores en las
creaciones que realizan, pues esto supone un goce a nivel perceptivo y lo que
debemos buscar es precisamente eso, ya que posteriormente se despertará de
manera espontánea en ellos y ellas una relación emocional con el color,
derivada del impacto visual que les produzca un determinado momento o
circunstancia.
·
La forma
El
niño y la niña se sirven de la forma para dar a conocer su visión del mundo.
·
La textura
Es
la cualidad de una superficie cuyas características podemos percibir mediante
el tacto y /o la vista. Las primeras se llaman texturas táctiles y las segundas
texturas visuales
Táctil
Se
descubre al entrar en contacto directo con la piel
Visual
Éstas
se pueden conjeturar en fotografías, ilustraciones y pinturas. Rugosa, lisa,
suave, áspera, tramada, rayada y punteada, son algunas de las texturas que
podemos percibir.
·
El volumen
Se
relaciona claramente con aquella masa u objeto que ocupa un lugar en el espacio
y que presenta una característica que lo define
TECNICA PLASTICA
Se
dividen en dos, las bidimensionales como el dibujo, la pintura y el collage,
que competen a superficies que denotan físicamente largo y ancho, las cuales se
relacionan de forma más directa con las expresiones gráfico plásticas. Las
técnicas tridimensionales, como el modelado, las construcciones y la escultura,
que denotan físicamente largo, ancho y profundo, las cuales tienen mayor
relación con la exploración del espacio.
·
El
dibujo
Abarca
todos aquellos trazos que realizan los niños y niñas inicialmente de manera
espontánea, sobre superficies que de acuerdo con sus circunstancias estén más
próximas a ellos. Se está entonces,
frente al dibujo exploratorio, que debe ser entendido como una de las formas
autónomas en las que se construye la función simbólica
·
La pintura
Abarca
de igual forma en un momento inicial aquellos rastros, manchas o gestos que los
niños y las niñas imprimen sobre cualquier superficie, por medio del uso de
témperas, vinilos, tierras minerales disueltas en agua, flores, entre otros. A diferencia del dibujo, la pintura no
necesariamente está sujeta al contorno o la línea. Ésta centra la atención del
niño y la niña en un tipo de configuración que se relaciona más con el plano y
donde se comprometen aún más los sentidos.
·
Collage
Es
la técnica por la cual se construye la imagen por medio del pegado de
diferentes tipos de elementos, inicialmente aborda un carácter bidimensional
pero también puede derivar en la conformación de bajo relieves o volúmenes que
emergen del plano, si se incorpora el uso de materiales encontrados que cuenten
con volumen
·
Modelado
Compromete
de una manera importante, además de la percepción táctil, el olfato, el gusto y
la habilidad cognitiva de dar forma con las manos y de contar con un referente
de configuración espacial real.
·
Las construcciones
En
la construcción, el niño o niña establece relaciones directas entre sí y los
objetos, experimenta con ellos, satisface su curiosidad, juega con los
materiales; ejerce su voluntad desplazando y ordenando las piezas de acuerdo
con su imaginación y su fantasía.
Por
otra parte, aunque las experiencias artísticas apoyan el desarrollo del niño o
a niña en técnicas y materiales tradicionales, hoy en día, dio desarrollo se
apoya en la utilización de medios y herramientas tecnológicas de tipo
audiovisual, por ello, es necesario la experimentación con este tipo de
herramientas, las cuales permiten el acceso y aprovechamiento de la imagen
audiovisual, como complemento o punto de partida para la conformación e
estructuras simbólicas.
EJES DE TRABAJO
PEDAGÓGICO EN LA EXPERIENCIA PLÁSTICA:
SENSIBILIDAD
En
los niños de 1 a 3 años, el maestro debe viabilizar que el niño perciba
detalles visuales como los contrastes, las formas, los colores y los
movimientos; la utilización de los sentidos para que amplié su sensibilidad. Y
en los niños de 3 a 5 años, se debe facilitar al niño para que explore colores,
formas, texturas y volúmenes relacionándolas con diferentes sensaciones ;
distinga y aprecie algunos elementos de la plástica en obras artísticas; Inicie
el uso de las nociones gráficas; formas, tamaños y direcciones en el espacio,
así como los conceptos espaciales de verticalidad y horizontalidad; represente
la figura humana, seres, objetos y situaciones de su interés a través de la
plástica en sus diversas formas, incluyendo mayores detalles y características
de éstos.
EXPRESION
Es
importante propiciar actividades en donde los niños y las niñas logren poner en
relación sus movimientos con sus huellas, sus trazos y sus manchas sobre el
papel o cualquier tipo de superficie de distintas dimensiones y/o formatos. Del
mismo modo, es valioso propiciar espacios de expresión colectiva en donde todos
y todas pueden participar y aportar en la realización de pinturas murales,
esculturas, construcciones o en la ambientación de un espacio, poniendo así en
relación la expresión individual con los objetivos propuestos por el grupo.
Con los niños de 1ª 3 años se debe
fortalecer el desarrollo permitiendo que el niño manifieste diversas
sensaciones en la experiencia con el color, la textura, consistencia,
maleabilidad, entre otras características de los diversos materiales; se
interés por experimentar con efectos de carácter plástico que producen los
diferentes materiales sobre distintas superficies, expresando su experiencia
personal.
En los niños de 3 a 5 años es
importante posibilitar que éstos representen o descubran diferentes
situaciones, a través de las diferentes técnicas y use algunas de estas para su
expresión plástica.
CREATIVIDAD
La
plástica potencia la creatividad en los niños y las niñas, permitiéndoles
experimentar la transformación de distintos materiales, llevándolos a la
imaginación.
El maestro o la maestra debe
desarrollar con los niños de 1 a3 años actividades que permitan que éste
explore su motricidad y lo que los materiales permiten para desarrollar sus
obras, reconociendo sus propiedades; que transforme con creatividad los objetos
y los materiales y realice trazos no discriminados, para que después se exprese
con intención, a través de la gráfica.
SENTIDO ESTETICO
El
sentido estético en los niños y las niñas se desarrolla a través de
experiencias que le permiten la apreciación plástica de diferentes propiedades
del entorno, por ejemplo, programar visitas al museo, galerías entre otros.
La maestra o maestro deben facilitar
experiencias en las cuales el niño o la niña de 1 a 3 años, manifiesten si les
gusta las actividades plásticas que realizan; disfruten de las producciones
artísticas propias y ajenas, lo que
posteriormente le posibilitará apreciar las diversas manifestaciones plásticas.
En los niños de 3 a 5 años se debe propiciar
experiencias donde otorgue sentido y valor a las producciones propias a través
de la apreciación siendo consciente de los diferentes detalles que componen su
creación; se acerque a diversas producciones de la cultura; opine sobre las
creaciones artísticas propias y de los demás; analice y ponga en palabras lo
que ha realizado.
EXPERIENCIA MUSIAL
En los
primeros años de vida, la música juega un papel muy importante, puesto que los
enriquece. La música favorece el impulso de la vida interior. El ritmo, la melodía y la armonía
nos permiten establecer paralelos con la naturaleza humana. La vivencia musical
aporta significativamente al potenciamiento de la creatividad, la expresión, la
sensibilidad y del sentido estético de los niños y las niñas
·
Ritmo
Este
desarrollo se potencia en las experiencias musicales en las cuales se toquen
162 instrumentos, se toque su propio cuerpo, se baile y se cante en la compañía
de sus pares, maestra o maestro. Entonces, la vivencia rítmica involucra la
construcción de nociones de temporalidad y la toma de conciencia acerca de la
existencia de orden y duración de los sonidos.
·
Audición
Hace
referencia a la facultad de percibir, discriminar y disfrutar de las cualidades
propias de los sonidos. Favorecer la escucha atenta permite a los niños y las
niñas percibir el entorno y a su vez reconocer los diferentes sonidos o ruidos
que lo conforman. Los primeros años resultan fundamentales para el aprendizaje
y el desarrollo de la sensibilidad hacia las distintas cualidades sonoras.
Desarrollar
el potencial auditivo aumenta en gran medida la capacidad de atención y
concentración.
·
Vocal
– melódico
Este
desarrollo surge de la imitación de los diferentes sonidos del medio que rodea
a niños y niñas, además de la repetición vocal e instrumental de melodías
cortas especialmente seleccionadas de acuerdo con las características propias
de su desarrollo. El niño y la niña cantan cuando juegan, al realizar
actividades que son de su agrado y lo hacen al sentirse felices, a veces sin
motivo aparente. Cantar fortalece la memoria, le da un carácter placentero al
aprendizaje, incrementa el vocabulario y propicia una mayor fluidez en la
expresión oral.
Los ejes pedagógicos de
trabajo propios de la experiencia musical son:
A
continuación se presentan los ejes de trabajo pedagógico en los cuales
confluyen los elementos propios de la experiencia musical en la primera
infancia.
SENSIBILIDAD
El
desarrollo de la sensibilidad musical en niños y niñas se genera a través de
actividades que promueven la vivencia de los diferentes modos rítmicos, sonido,
melodía entre otras.
Para desarrollar la sensibilidad
rítmica, el niño, en su etapa inicial debe, movimientos corporales con la
música; acompañar espontáneamente canciones infantiles y/o instrumentales con
maracas, sonajeros, cajas chinas, tambores, etc; experimentar distintos tipos
de duración de los sonidos y repetir el ritmo de algunos sonidos. En la etapa comprendida entre los 3 y los 5
años, es importante que los niños afiance su sentido rítmico llevando el pulso
musical en distintas partes de su cuerpo, en instrumentos o marchando; realice
diversos tipos de desplazamientos en coordinación con la música; imite
inicialmente fórmulas rítmicas sencillas con la voz, con las palmas e
instrumentos; repita textos rítmicamente por imitación acompañados por pulso,
acento o ritmo de las palabras.
SENSBILIDAD AUDITIVA Y
MELODICA
Para
desarrollar la sensibilidad auditiva y melódica, es buen que el niño escuche y
reproduzca diferentes sonidos onomatopéyicos ; escuche y produzca sonidos con
su cuerpo ; se muestre atento a la escucha del timbre de nuevos instrumentos;
reproduzca diferentes sonidos; se interese por la escucha de sonidos fuertes,
suaves, largos, cortos, agudos o graves provenientes de diferentes fuentes ;
esté atento a las melodías de las canciones para que posteriormente identifique
las mismas mediante gestos o usando palabras del título o de la letra para
nombrarlas.
LA EXPERIENCIA DRAMÁTICA
Como
enuncia Tejerina (1994, p. 2) “El arte dramático es manifestación ritual que
plasma los valores e ideales de una comunidad, la necesidad del ser humano de
contemplarse y de reflejarse, e igualmente su anhelo de metamorfosis, de
encarnar otros papeles distintos al propio”.
El acto dramático réplica, explicación
o descripción de la vida real, la recrea. Esta expresión se manifiesta inicialmente
de manera espontánea en los niños, en el juego de representación de roles,
donde la imaginación y creatividad alimentan la actividad constantemente.
Gracias a las experiencias con títeres, obras teatrales, se fortalece la
comunicación, la expresión y el arte y los niños aprenden a comprender el valor
el mundo simbólico.
EJES DE TRABAJO EN LA
EXPERIENCIA DRAMÁTICA.
SENSIBILIDAD
Es necesario permitir que los
niños y niñas desde sus experiencias, recuerdos, eventos, ideas y deseos,
puedan aportar propuestas y situaciones a los juegos en los que participan. La
maestra o el maestro deben hacer propuestas que permitan a estos disfrutar de
experiencias sensitivas donde pueda percibir sonidos, olores, movimientos e
imágenes; y que explore distintos materiales en la construcción de objetos,
títeres y escenografías, de manera colectiva.
En el caso de
los niños entre 3 y 5 años, se debe posibilitar que incluya situaciones cotidianas
en los juegos dramáticos, otorgándoles determinados valores sensibles; y
explore, experimente, investigue y descubra sobre cuales son más favorables
para sus construcciones.
EXPRESIÓN
Este proceso se enriquece con los
comentarios del mismo grupo, es decir; unos actúan, otros miran y aprecian el
trabajo, aportan al mismo y lo enriquecen, no siempre será verbalmente. El hecho
de que otro grupo repita el juego y le imprima nuevas situaciones se convierte
en la evolución del juego.
En
este aspecto aporta mucho, el hecho que los niños expresen libremente deseos,
intereses e inquietudes a través del juego personal con objetos, muñecos y/o
títeres; y que interactúa y opine sobre representaciones que observe.
También
es favorable para el desarrollo de este eje que los niños y niñas exprese sus
deseos e intereses dentro de cada juego dramático y converse sobre los juegos
dramáticos propios y de los demás.
CREATIVIDAD
Este eje de trabajo dentro la
experiencia dramática se manifiesta por múltiples vertientes: por un lado un
proceso de creación literaria, en el sentido que las historias que se
desarrollan dentro de los juegos dramáticos son creaciones de los niños y
niñas, y por otro la construcción de
objetos escénicos, disfraces, escenografías y títeres, lo que exige, una investigación y exploración de los
materiales, las formas, los tamaños y el color, aquí la expresión dramática se
conjuga con la plástica, para dar soluciones a las necesidades de cada juego
dramático y a la creación de personajes y títeres.
El maestro debe
propiciar experiencias donde el niño
cree movimientos y sonidos según el personaje o el juego dramático; invente con
su cuerpo con su cuerpo personajes,
imágenes y objetos; construya títeres a
partir de la exploración de distintos materiales identificando sus
características ; construya escenografías, objetos escénicos y disfraces según
las necesidades de cada juego dramático; cree y recree con su cuerpo, personas,
animales, personajes fantásticos, imágenes y objetos, según su imaginación y
creatividad.
SENTIDO ESTETICO
La oportunidad de observar y
participar de distintos espectáculos de teatro o títeres, favorecen el
crecimiento del sentido estético en niños y niñas, entre más variada sea la
gama de espectáculos que vivencien, más rico y fundamentado será su juicio
estético, su gusto y su crítica personal.
Para
contribuir a su desarrollo, se debe motivar a los niños para que participe,
observe y comparta diferentes representaciones dramáticas; escoja libremente,
después de explorar distintos materiales, aquellos con los cuáles disfruta más
realizando sus creaciones; manifieste y exprese cuáles son las representaciones
dramáticas que le resultan más placenteras al estar en contacto directo con
distintas experiencias estéticas.
DIMENSIÓN COGNITIVA
Piaget, postula tres procesos
cognitivos para entender lo que ocurre al interior del pensamiento:
asimilación, acomodación y equilibrio. Definidos así: la asimilación, como
un proceso en el que los sujetos clasifican los nuevos elementos
perceptuales, motores o conceptuales en los esquemas que ya existen dentro de
sí. La acomodación se refiere al proceso cognitivo mediante el cual los sujetos
modifican, reestructuran o crean nuevos esquemas según la información a la que
tienen acceso, puesto que no todo aquello con lo que interactúan hace parte de
sus esquemas. Y por último señala, que
la asimilación y la acomodación necesitan un proceso armónico que les
permita balancearse; este es el equilibrio.
EJES DE TRABAJO PEDAGÓGICO
·
Relación con la Naturaleza.
hace referencia al mundo natural, al universo y a
los fenómenos físicos, así como a la vida en general, Abordar la naturaleza en
la educación inicial convoca a pensar en experiencias que posibiliten la
exploración del medio natural, por lo tanto es de suma importancia que el
docente incentive en los niños la interacción con la naturaleza, en los cuales
ellos y ellas puedan establecer relaciones directas con la naturaleza,
descubrir, comprender y explicar aspectos como la transformación de los seres
vivos y no vivos, su diversidad, los cambios que sufren los organismos y las poblaciones
a través de la comprensión de las estructuras, su función, ciclos de vida y las
interacciones de los organismos vivos con su entorno.
·
Relaciones con los Grupos Humanos y Prácticas Culturales.
Las
construcciones simbólicas que se hacen los niños de su entorno social dependen
en gran medida de los grupos humanos y su organización a los cuales pertenecen por lo cual es fundamental
plantear que éstos son el principal componente de las estructuras sociales.
Allí se ponen en juego roles, hechos, relaciones, objetos, tiempos, historias,
vivencias, desarrollos, prácticas, intereses y acuerdos que con el tiempo se
vuelven costumbres, normas, pautas, que consolidan la identidad de estos grupos
y quienes hacen parte de ellos, constituyendo una cultura propia.
Además, la maestra y maestro pueden fortalecer en
los niños y las niñas procesos de reconocimiento de las relaciones de
causalidad, posibilitando la construcción de una noción de tiempo y espacio, al
tomar como base las actividades que ellos y ellas realizan diariamente en los
diferentes contextos y fomentar espacios en que puedan relatar y/o describir
acciones, eventos, historias, situaciones de la vida cotidiana siguiendo un
orden secuencial.
·
Relaciones Lógico-Matemáticas.
Las Relaciones Lógico Matemáticas en la Educación
Inicial lleva a reconocer que el trabajo se centra en el desarrollo del
pensamiento de los niños y las niñas a través de la resolución de problemas de
la vida cotidiana, puesto que la matemática básicamente es una práctica social.
Teniendo en cuenta que los niños y niñas desde los
primeros instantes de su vida se acercan a conceptos y situaciones que tienen
que ver con medidas, pesos, cantidades, por ejemplo, cuando acompañan a sus
padres a la tienda, ven pesar los alimentos, hacen compras, cuentan cuántos
productos van a llevar, por lo tanto es indispensable que los docentes creen
espacios para que los niños y niñas amplíen y usen sus conocimientos y formas
de operar desde las diversas situaciones que se presentan en su entorno; esto
implica reconocerlos como sujetos pensantes, que organizan, analizan, deducen,
reflexionan, crean y proponen formas para resolver problemas, para este caso en
situaciones en las cuales requieren emplear números, medidas, figuras, manejo
del espacio y/o del tiempo, entre otros.
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